Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2012

VISITAS EN PEKIN

En esta ciudad fui en metro o caminando casi todo el tiempo porque los taxistas proponían precios desorbitados siempre, eso cuando había suerte y te paraban. La ciudad prohibida  d Palacio de verano El ultimo día lo reserve para ir a la gran muralla China . Salimos del metro en la estación Dongbau o algo así y con la brújula del iPhone nos situamos en dirección Norte y nos dirigimos a la estación norte para tomar el bus núm. 919 que nos llevaría a Badalín. Una vez allí, nos intentaron estafar como ya habíamos leído en los foros, y nos propusieron taxis por 400Y. Nuestro billete costó 12 yuanes o RMB. Tras hora y media de recorrido, afortunadamente sentados, llegamos a la muralla, la recorrimos completa con la lengua fuera y las piernas destrozadas y regresamos a Pekín en el mismo núm. De autobús sin ningún contratiempo.

DONDE DORMIR Y COMER EN PEKIN

Nos alojamos en el hotel cristal Orange: Crystal Orange Hotel (Beijing Jianguomen) nuestra habitación No.25 Yong'anli Middle Street, Jian Guo Men Wai, Chaoyang District ,  Pekín (Beijing)   100022 ,  China El hotel se lo recomiendo a todo el que quiera ir a esta ciudad, precio económico para el standard europeo y una calidad y comodidad escandalosa. Sin duda, el mejor hotel de todos los que visitamos en China. Justo al lado del hotel, descubrimos un interesante restaurante en e que cenamos una noche, gracias a la ayuda de otro comensal que nos hizo de interprete amablemente . La cena fue escandalosamente barata, y la pena es que el sitio no tiene nombre occidentalizado así que el que quiera ir, tendrá que encontrarlo por la foto de la puerta, o sabiendo que esta en la calle paralela al paso subterráneo del mercado de la seda, que estaba a menos de cinco minutos andando del hotel. Comida cerca del palacio de verano Después de visitar el pa

Xing Ping

Billete de 20Y  Llegamos a Xing Ping desde la estación de autobuses de Yangshuo. En el bus, íbamos solo cinco extranjeros. Como no teníamos ni idea de dónde teníamos qué ir, intentamos seguir a los chicos extranjeros, pero ellos tampoco sabían, así que caminamos por el pueblo que estaba lleno de tiendas de souvenirs, hasta que llegamos al río.  Una vez allí, teníamos que contratar la barca....  Eso fue muy divertido porque no sabíamos precios, no sabíamos si nos podíamos fiar, y no sabíamos siquiera a dónde nos llevaría. Habían barcos de vapor (parecidos a los del Missisippi) y otros a motor, para dos o cuatro personas como en el que nosotros fuimos. El caso es que inconscientemente o no, terminamos arreglando un precio con una señora, luego con su cuñada, y al final, una de las dos, o una tercera, a esas alturas ya ni sabíamos, nos acompañó bordeando el río hasta otro lugar donde habían más barcas.  Yo creo que había llegado a desesperar a la primera china con mi cara