Señoras y señores todo llega a su fin y esta breve crónica de memorias huertanas desde el Jap ón finaliza hoy con el episodio llamado: Orden y progreso. Estas dos palabras no dirán nada a mucha gente, pero alguno probab lemente sabrá que son las que flanquean la bandera de Brasil... pues debe ser una errata, pues donde deberían estar es en la bandera de estas maquin as del trabajo, los japos. Y es que son ordenados y disci plinados hasta límites insospechados, para muestra un botón ( y esto es rigurosamente cierto) el otro día visita mos un templo en Kioto con maravillosas vistas y una caída a plomo de varias decenas de metros, separada del firme por una endeble barandilla. CQ pregunt ó... ¿no es aquí donde se suicida tanta gente según he leído? si dijo la guía, eso era hace unos años, pero ya no. ¿Y como puede ser si no esta cerrado? volvimos a preguntar. Muy sencillo, respondió la guía, el gobierno PROHIBIÓ SALTAR DESDE AQUÍ, y la gente ya va a otros sitios ...
Tómese un viaje a Japón o, en su defecto, una sopa castellana