1.- Covent
Garden y West End.
Covent
Garden: No dejar de ver su bonito mercado cubierto y disfrutar
de los artistas callejeros, además de mirar, rebuscar y ¿comprar? en las
tiendas que hay alrededor.
West
End: Mientras todo el mundo se agolpa en las
concurridas Oxford Street y Regent Street, se hace imprescindible un paseo por
Bond Street. Tiendas más exclusivas.
Todo el mundo conoce los grandes almacenes Selfridges
(especialmente las secciones más conocidas, la
de cosmética y la que dicen es la zapatería más grande del mundo. También es
imponente la de Delicatessen), pero los más auténticamente ingleses son los
grandes almacenes Liberty (en
la confluencia de Regent Street y Great Marlbourgh Street). Parecen del siglo
XIX, con sus paneles de madera, pero tienen stand de Stella McCartney, Vivienne
Westwood, etc.
Uno de esos caprichos accesibles al bolsillo e
inolvidable toda la vida es tomar a cualquier hora un café o un cóctel sin
salirse del presupuesto en el piso 28
del Hilton On Park Lane. Vidrieras de 360º con todo Londres alrededor www.galvinatwindows.com
El sitio: Wolf
& Badger. En el número 32 de Dover Street. El templo del diseño
independiente británico. Prendas exclusivas… de buen gusto.
Imprescindible: Para cualquiera
que quiera conocer el autentico sabor british, su lugar es Seven Dials.
Un lugar especial para las compras. Las siete calles que convergen en una
coqueta plaza y se cruzan alrededor de un reloj de sol, ofrecen una gran
variedad de moda, joyería, accesorios y estilo de vida. Su oferta se basa en
firmas pequeñas que no son grandes cadenas, sino encantadoras boutiques
asequibles para todos los bolsillos. Es por ello que este barrio que parece
sacado de una novela de Dickens se ha convertido en el lugar donde las celebrities acuden a menudo de incógnito para comprar ropa y complementos. Entre
las tiendas está la de Orla Kiely y
su suntuosa gama de bolsos y accesorios; Neal's
Yard Dairy con su amplia selección de quesos británicos; Miss Lala's Boudoir para llenar el
calcetín de Navidad con regalos especiales; Fifi Wilson con sus colecciones de diseñadores de todo el mundo y
de todos los estilos o Gary Holder,
que acaba de lanzar una nueva línea de boda y esponsales en oro blanco y
amarillo.
2.- La City.
Nadie puede volver de Londres sin visitar el
interior de la catedral de St. Paul.
Por las tardes hay una misa cantada que es todo un espectáculo, aunque es
imprescindible mirar primero en internet los horarios, que siempre suelen ser
después de las cinco de la tarde.
Todo amante de la arquitectura contemporánea
debe visitar justo enfrente de la catedral de St. Paul el One New Change, el único edificio en Londres de Jean Nouvel (el arquitecto
de la ampliación del Reina Sofía de Madrid). Es un centro comercial de lujo,
pero lo más impresionante es subir a la azotea de cristal y observar la cúpula
de la catedral y las vistas del Skyline de Londres.
Otra visita imprescindible para todo aquel que
visite Londres por primera vez es la Tate Modern,
aunque solo sea el edificio por dentro. Espectacular la reconversión de la sala
de turbinas. De los arquitectos suizos Herzog & De Meuron, los mismos que
diseñaron El Nido, el estadio olímpico de Pekín.
3.- Westminster y Grenwich.
Una de las atracciones de la capital que crea
controversia entre los turistas es la espectacular noria London Eye. Una pérdida de tiempo las largas esperas para unos, las
mejores vistas para otros… Otra opción controvertida aquí es la de los barcos
que hacen el recorrido entre ambos barrios
Para tomar el té de las 5 no hay sitio mejor
que el St. Ermin’s Hotel (el llamado
hotel de los espías). Está en Caxton Street. Un sitio “auténtico” que
trasportará al turista dentro de una película o serie británica.
Los Docklands
se pusieron de moda hace unos años (antes era la zona más depauperada de la
ciudad), y de camino a Greenwich se puede parar en Canary Wharf, nueva zona financiera con unos grandes almacenes
(tres) con estética de lujo y superlujo. Para ponerle los dientes largos a
cualquiera.
4.- Notting
Hill, Chelsea, Mayfair, Knightsbridge… (los barrios
del West London)
El sábado por la mañana es el mejor día para
el mercadillo de Portobello Road (a
los londinenses les atrae más que el de Camden Town, el más turístico de todos
los mercadillos).
La visita obligada aquí es a Harrod’s (espectacular su sala egipcia),
pero lo mejor es caminar viendo los
escaparates (si no alcanza el bolsillo para comprar) de King’s Road y, sobre todo, Sloane
Street.
Una opción que se antoja imprescindible cuando los pies empiezan a estar cansados es tomar un chocolate caliente y a comprar bombones a L’artisan du chocolat, en el número 81 de Westbourne Grove.
Dos edificios de visita obligada son el Royal Albert Hall y el Victoria & Albert Museum, en el
barrio de South Kensington. Entrar dentro ya es cuestión de tiempo y de
apetencia, aunque el célebre teatro es realmente impresionante.
5.- East End.
Los barrios de moda en la actualidad. Lo que
antes era el desagradable Este londinense, ahora son barrios modernos, multiétnicos
y cosmopolitas. Entre la infinidad de galerías de arte con fama de rompedoras
en todo el mundo, destacan White Cube
y Whitechapel.
El domingo por la mañana hay varios
mercadillos mucho menos turísticos que los conocidos, especialmente el de Columbia Road (aunque sea más conocido
como mercado de flores), con las más originales boutiques, o el de Spitalfields.
Otra opción sería caminar por la hipercool
barriada de Dalston. El mundo entero
en unas calles.
El concepto de la tienda LN-CC es digno de ver y conocer: de las únicas tiendas que se permiten el lujo de que los clientes tengan que reservar hora para acudir. Interiores absolutamente futuristas, tradición y modernidad a ultranza
Al caer la noche y pensar en ir a cenar, la mejor opción para hacer algo completamente diferente es el ecléctico espacio de Les Trois Garçons, en el barrio de Shoreditch. Animales disecados portadores de joyas, bolsos colgados del techo como parte de una decoración barroca y teatral.
En su página www.lestroisgarcons.com se puede ver su
restaurante y su más moderno Loungelover,
donde se puede degustar su extraña
combinación de ¡tapas japonesas con cócteles!
Otros lugares:
- Probablemente la única oportunidad para un
bolsillo medio de acercarse a la cocina del famoso cocinero Heston Blumenthal,
considerado el segundo mejor del mundo, justo por detrás de Ferrán Adriá, sea
ir a comer o cenar al Dinner by Heston.
No es su restaurante principal, pero es una opción muy asequible y valiosa (sorprendentemente
barato para tener una estrella Michelín). Está situado dentro del Mandarin
Oriental Hyde Park Hotel.
- En Chelsea, el antiguo garaje de Porsche
sirve ahora para The Collection, un
local para entrar aunque solo sea para ir al baño.
- Solo se puede catalogar de espectacular la
nueva boutique de Burberry en el
número 121 de Regent Street, su boutique más grande en todo el mundo.
- No se puede volver de Londres sin entrar a
comprar o a cotillear en una de las innumerables tiendas de segunda mano que
hay en todos los barrios. Las opciones más variopintas o las más lujosas de la
temporada anterior se mezclan formando un concepto de comercio exportado ya al
mundo entero.
- Del 7 al 16 de octubre, la London Cocktail
Week se celebra en la plaza de Seven Dials y alrededores. Cócteles por 4 libras y buen ambiente
en multitud de bares.
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