Para llegar hasta aquí, madrugamos, desayunando a las siete en la terraza del hotelito rural de Yangshuo para un cuarto de hora después ser recogidos por un taxi (nos cobró 30Y, cinco más de lo que los anteriores taxistas nos habían estado cobrando), que nos llevaría a la estación de autobuses de Yangshuo donde tomaríamos un bus hasta Guilín y de allí otro a Dazhai, donde tras más de una hora caminando cuesta arriba, llegaríamos al hotel contratado gracias a Inocuo, viajero conocido en la página web www.losviajeros.com
Desayunamos muy rápido por miedo a perder el autobús, pero luego comprobamos que salían cada quince minutos, de todos modos fue correcto coger el de las 7:35 h porque así llegamos con tiempo para coger el siguiente enlace en Guilín, concretamente en el parking de la estación de tren sur.
Es importante explicar que a Guilín llegamos en bus a la estación de autobuses, lógicamente, y desde allí, caminando en unos cinco o diez minutos, tuvimos que ir a la estación sur de tren. Si lo pudimos hacer fue porque una vez más, la excelente gerente del hotel de Yangshuo, nos había dibujado un plano y fuimos siguiéndolo tal cual, y aunque preguntamos a algunos transeuntes para ir asegurándonos (nos puso el nombre de la estación en chino), en ningún momento nos perdimos gracias a ella.
Además, incluso nos había escrito el color del autobús y las dos posibles matrículas que podía tener, e incluso el conductor ya estaba avisado de que íbamos y nos estaba esperando.
Tras un viaje largo por una carretera repleta de baches, y la visualización de una especie de procesión en un pueblo de lo que nunca sabré si era una boda o un entierro, llegamos a Dazhai, tras una parada en la que se subió una revisora del gobierno y pagamos los 80 yuanes de tasa para entrar en los arrozales.
Por cierto, que en este autobús iban también unos chavales ingleses, que trataron de abaratar el precio de la tasa enseñando sus carnets de estudiantes, pero no les sirvió de nada, porque la señora les dijo que en su pasaporte ponía que viajaban por turismo y no por estudios.
Cuando bajamos del autobús, un señor nos esperaba con el cartel del nombre de nuestro hotel, y hacia él nos dirigimos, aunque otros trataban de que nos fueramos con ellos.
Cuando vió nuestros dos pedazos de maletas, casi se muere de la risa. Poco después entendería el motivo...
60Yuanes tuvimos que pagar porque nos subieran unas simpáticas y educadas porteadoras, y si me hubieran pedido mil, también los hubiera pagado, porque era eso o quedarnos en la base de la montaña....fue surrealista.
Te recomiendo que te alojes en el Jin Ken Hotel (el edificio de la siguiente foto). Está en lo alto de la montaña en la pequeña aldea de Tiantou, tardamos hora y media en llegar andando, pero mereció la pena. Creí que moría en el intento porque mi preparación física es nula, pero de verdad, será uno de los recuerdos viajeros de mi vida.
Es preferible que les llames con antelación y les pidas que te bajen a buscar a Longsheng o Dazhai. A nosotros nos hizo ese favor, una vez más, la encargada del anterior hotel que estuvimos. La reserva la hice por Internet desde España.
Jin Ken Hotel |
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