Nos alojamos en el hotel cristal Orange:
Crystal Orange Hotel (Beijing Jianguomen)
nuestra habitación |
El hotel se lo recomiendo a todo el que quiera ir a esta ciudad, precio económico para el standard europeo y una calidad y comodidad escandalosa. Sin duda, el mejor hotel de todos los que visitamos en China.
Justo al lado del hotel, descubrimos un interesante restaurante en e que cenamos una noche, gracias a la ayuda de otro comensal que nos hizo de interprete amablemente . La cena fue escandalosamente barata, y la pena es que el sitio no tiene nombre occidentalizado así que el que quiera ir, tendrá que encontrarlo por la foto de la puerta, o sabiendo que esta en la calle paralela al paso subterráneo del mercado de la seda, que estaba a menos de cinco minutos andando del hotel.
Comida cerca del palacio de verano |
Lo mejor de dicha calle fue ir vendían cocos frescos a 15 Y y me pude beber uno. Los insectos no los probé, me dio mucha pena que vendieran caballitos de mar y se notaba que todo era una pantomima así que pasé.
Restaurante cutre en la calle de los insectos |
Restaurante Dong Bao |
El mejor restaurante de los que conocimos en Pekín fue el Dong Bao, a cuyas puertas llegamos de casualidad y donde nos tomamos un pato a la pekinesa delicioso y a unos precios irrisorios.
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